Un pacto por el bienestar del planeta

La tala ilegal transforma miles de hectáreas de bosques en chacras de cultivo. Y cada árbol cortado libera el carbono que alguna vez capturó. Aunque nuestra contribución al calentamiento global es escasa, somos, sin embargo, un país con ecosistemas vulnerables al cambio climático. Tenemos zonas costeras bajas, zonas áridas y semiáridas, zonas expuestas a inundaciones, sequías y desertificación, ecosistemas montañosos frágiles, zonas propensas a desastres, zonas con alta contaminación atmosférica urbana y economías dependientes en gran medida de los ingresos generados por la producción y uso de combustibles fósiles. Es decir, siete de las nueve características que definen la fragilidad de una nación según la Convención Marco de las Naciones Unidas sobre el Cambio Climático (CMNUCC). Tenemos, además, características sociodemográficas particulares.

El 54,6 % de la población peruana está asentada en la costa, donde apenas llega el 2% de las fuentes de agua. Los pobladores de la sierra dependen, para practicar la agricultura, del recurso hídrico de unos glaciares que han visto reducida su superficie en 42% en los últimos 40 años”. En la Amazonía, la flora y la fauna diversas se ven amenazadas por el aumento de las temperaturas. Y el país está expuesto a eventos climáticos extremos más frecuentes, intensos e irregulares, como sequías, heladas, alteración en los regímenes de las precipitaciones y aumento en la temperatura, que pone en peligro la seguridad alimentaria de la sociedad y la infraestructura natural, económica y social.


Frente a este escenario complejo, el Perú se presenta como un país climáticamente responsable, que procura un desarrollo bajo en carbono y resiliente a los efectos adversos del clima. Esto implica la incorporación de la condición del cambio climático en las políticas y planes de desarrollo.

Perú quiere crecer compatibilizando sus políticas de desarrollo con su compromiso climático, y con ese objetivo es que a través de la Dirección General de Cambio Climático, Desertificación y Recursos Hídricos se logró, en septiembre de 2015, la aprobación de la Estrategia Nacional ante el Cambio Climático (ENCC).

La ENCC orienta todas las políticas y actividades relacionadas con el cambio climático que se desarrollan en Perú y brinda los lineamientos para que los tres niveles de gobierno (nacional, regional y local) elaboren sus Planes de Acción, permitan la participación de la sociedad civil, el sector privado y las organizaciones indígenas en la gestión del cambio climático y establezcan metas puntuales que respondan a cada contexto. n paralelo, se conformaron cinco Grupos de Trabajo Temáticos (GTT) en el marco de la Comisión Nacional sobre Cambio Climático. Estos son: Gestión de Riesgos Climáticos, Reducción de Emisiones de Gases de Efecto Invernadero y Crecimiento Bajo en Carbono, Gestión de Ecosistemas y Cambio Climático, Ciencia, Tecnología y Fortalecimiento Institucional y Financiamiento Climático.

Asimismo, el Perú ha logrado importantes avances en las siguientes áreas:
Gobernanza. Aprobación de la Estrategia Nacional ante el Cambio Climático que se complementa con las 16 Estrategias Regionales de Cambio Climático aprobadas a la fecha, las cuales permiten definir acciones concretas ajustadas a cada espacio.

Integración del cambio climático en las políticas de desarrollo, a través de la incorporación de la gestión del riesgo en un contexto de cambio climático en la inversión pública. La aprobación de guías para la identificación, formulación y evaluación social de Proyectos de Inversión Pública de Servicios de Saneamiento Básico Urbano, a nivel de perfil, que incorpora la gestión del riesgo en un contexto de cambio climático. La aprobación de pautas para la identificación, formulación y evaluación social de Proyectos de Inversión Pública de Servicios de Alerta Temprana, frente al peligro de aluvión o avalancha, proveniente del desembalse de lagunas glaciares. El involucramiento de los sectores para la gestión del cambio climático. Por ejemplo, el Plan de Acción Sectorial en Cambio Climático en Salud. A nivel de los Gobiernos Regionales, se cuenta con 16 Estrategias Regionales de Cambio Climático aprobadas en Amazonas, Apurímac, Arequipa, Ayacucho, Cajamarca, Cusco, Ica, Junín, La Libertad, Lambayeque, Lima Metropolitana, Piura, Loreto, Ucayali, Puno y Tacna.

Se ha creado el INFOCARBONO, una importante herramienta para la elaboración de inventarios nacionales de GEI, que contribuirá a la formulación de políticas, estrategias y planes de desarrollo que reduzcan las emisiones de GEI.

Fortalecimiento de capacidades. Se ha diseñado e implementado el Plan Nacional de Capacitación en Cambio Climático, mediante el cual se ha capacitado a 631 funcionarios públicos en gestión del riesgo de desastres y adaptación en 2015, de las regiones de Puno, Junín, Cusco, Tacna, Loreto, Ucayali, Ayacucho, Arequipa, Lambayeque y La Libertad.

Desde junio de 2015 se cuenta con “Lineamientos para la incorporación de la adaptación al cambio climático en la universidad peruana”, que brinda las pautas orientadoras para que las universidades incorporen la adaptación en sus cuatro funciones sustantivas: gestión, formación, investigación y extensión universitaria.

Se han realizado tres ediciones del InterCLIMA, un espacio de diálogo anual que congrega a especialistas, empresarios, funcionarios y tomadores de decisiones para conocer los avances en la gestión del cambio climático.

Se han realizado Talleres de Capacitación a operadores del SNIP sobre la incorporación de la gestión de riesgo en un contexto de Cambio Climático en los proyectos de inversión pública.

Se ha ejecutado un proceso participativo, liderado por el MINAM, para la formulación de la Contribución Nacional, donde se realizaron 21 reuniones informativas con los grupos de interés y cinco talleres macro-regionales, con un total de 718 participantes. Asimismo, más de 100 aportes y comentarios fueron recibidos por mesa de partes del MINAM o a través del portal web institucional.

Conocimiento científico. Se cuenta con escenarios climáticos a nivel nacional, en cuencas priorizadas y regiones. Además, se han desarrollado estudios de vulnerabilidad en regiones en el marco de la formulación de las Estrategias Regionales de Cambio Climático.

Se ha elaborado el último Inventario Nacional de Gases de Efecto Invernadero (GEI) con año base 2012.

Se ha diseñado la Agenda de Investigación Científica en Cambio Climático y se han aprobado las Agendas de Investigación Ambiental Regional en Piura, Cusco, Apurímac, Ayacucho, Huancavelica, Junín y Pasco, con el componente de Cambio Climático.

Se han evaluado decenas de opciones de mitigación en los sectores Energía, Transporte, Procesos Industriales, Desechos, Forestal y Agricultura, donde se proyectaron emisiones al 2030 en un escenario tendencial (sin opciones de mitigación) y un escenario de emisiones con las opciones de mitigación evaluadas, en el marco de la Contribución Nacional. Para esto se trabajó con expertos nacionales e internacionales, en coordinación permanente con los sectores competentes y el MINAM.

Financiamiento. Se ha logrado incorporar el análisis del riesgo en un contexto de cambio climático en el Sistema Nacional de Inversión Pública.
A través del Estudio del Impacto Económico del Cambio Climático se han identificado y aproximado los impactos de un incremento en la temperatura y precipitación sobre las principales actividades económicas en el Perú.

Se ha realizado un análisis de rentabilidad sobre un conjunto de medidas de mitigación, así como del impacto que su implementación generaría sobre la economía agregada. A través del Protocolo Verde se ha generado una plataforma de trabajo e intercambio entre el sector financiero nacional (la banca comercial) y el Gobierno, a través del Ministerio del Ambiente.

Se ha tenido acceso a los recursos de uno de los principales mecanismos financieros para el cambio climático, el Fondo Verde para el Clima, los cuales se invertirán en la conservación de humedales en la Amazonía del Perú, así como en el fortalecimiento de la institucionalidad de la gestión del financiamiento climático nacional.


La Contribución Nacional (INDC por sus siglas en inglés) de la República del Perú establece una meta nacional de mitigación con miras a contribuir a estabilizar el incremento de la temperatura global a un nivel sostenible; así como metas relacionadas a la adaptación a los efectos adversos del cambio climático. El establecimiento de la Contribución Nacional fue resultado de un proceso multisectorial de diálogo que constituye un precedente clave para facilitar la gestión del cambio climático en forma participativa y consensuada, e incluye:

Contribución Nacional en Mitigación. El Perú se compromete a reducir sus emisiones de gases de efecto invernadero en un 30% al 2030, con acciones de modernización de la gestión en sectores forestal, energético, agrícola, transporte, industrial, aguas residuales y residuos sólidos. Un 20% de las reducciones será implementado a través de recursos internos públicos y privados (propuesta no condicional) y el 10% restante está condicionado a obtener facilidades de cooperación y financiamiento de la comunidad internacional (propuesta condicional).

Contribución Nacional en Adaptación. El Perú presenta objetivos para reducir los niveles de vulnerabilidad frente al cambio climático en cinco áreas temáticas: agua, agricultura, pesca, salud y bosques; y en cinco áreas transversales que contribuirán al logro de los objetivos de adaptación: gestión del riesgo de desastres, infraestructura pública resiliente, pobreza y poblaciones vulnerables, género e interculturalidad, y promoción de la inversión privada.

El cumplimiento de las metas planteadas en la Contribución Nacional se realizará a través del Plan Nacional de Adaptación, cuyo proceso de formulación se ha iniciado en el último trimestre de un 2015 marcado por la Agenda de Acción Lima-París. Nacida durante la COP20 sus cuatro socios –Perú, Francia, el Equipo de Apoyo sobre el Cambio Climático del Secretario General de Naciones Unidas y la Secretaría de la CMNUCC– han desarrollado en el último año una serie de acciones para ampliar la riqueza de la acción climática ya en marcha, que han culminado el 12 de diciembre, gracias al impulso de nuestro país, con la aprobación en la COP21 de un verdadero compromiso global de desarrollo basado en sociedades resilientes que reduzcan cada vez más sus emisiones de GEI. Un Acuerdo Climático ambicioso y equitativo del que depende el futuro del planeta, en el que el Perú, como líder político, ha tenido un papel trascendental. ■


El texto, con fotografías de MINAM, OEFA y SERNAMP, forma parte de la publicación Ambiente en Acción. Fue publicado por el MINAM en abril del 2016.

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Redaccion Apacheta

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