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Recorren recónditos caminos, sortean imposibles desniveles al bajar hasta sus valles y trazan líneas en zigzag al trepar hasta sus punas. Son héroes de mil historias, que luchan por el desarrollo sostenible y se enfrentan día a día al cambio climático a través de la combinación de conocimientos ancestrales y técnicas modernas para construir la ruta verde de los peruanos del mañana.
Celedonia sabe que una buena selección masal es la clave para la cosecha de este grano perfecto de Miska que a tan buen precio pagan en Lima. Matías trabaja cada día para convencer a la población de Totora Oropesa de la importancia de volver a trabajar con una nueva tecnología los viejos andenes que hace décadas producían de forma ingente. Bertha dejó atrás todos sus temores y ahora trabaja en la chacra de Huarccoy de forma agroecológica, abastece su casa y vende en el mercado sus excedentes, además de ser la presidenta de la Federación Distrital de Mujeres de Cotabambas.
Desde su pequeña emisora Julio Heraclio comparte cada día sus conocimientos del campo con cientos de campesinos de Turpay Mamara, Ancoy Allauca, quienes le escuchan fielmente desde sus parcelas, con el aparato colgado al hombro y la chaquitaklla bajo el pie. Y Griselda agradece a Dios con flores su vivienda con cocina mejorada, su galpón de cuyes, sus gallinas, sus vacas, sus abejas, sus árboles frutales y las múltiples hortalizas que obtiene, sin usar ni un solo producto químico, en su terreno en Acpitán.
Alcides lidera desde Vilcabamba la Red de Voluntariado Ambiental de la provincia de Grau, formada por un batallón de jóvenes ambientalistas que trabajan por un manejo sostenible de los numerosos recursos naturales de la zona. Nico Serapio y Timoteo, de Ccocha Despensa, le piden cada año a la Pachamama que les indique cuándo y en qué orden deben sembrar unos campos en los que, sin perder de vista el conocimiento tradicional, ya emplean nuevas técnicas que comienzan a dar sus frutos. Y el matrimonio formado por Teófilo y Emilia crían con auténtica pasión un rebaño de 180 alpacas que ahora empadrarán sin mezclas, para obtener una fibra más cotizada en el mercado internacional al que ya están trabajando para llegar, junto al resto de los alpaqueros de Kilkata.
Hoy, en el Día Mundial del Clima y la Adaptación al Cambio Climático, las acciones de estos héroes anónimos toman especial relevancia. Todos ellos son valientes luchadores que saben que la globalización no implica el crecimiento ilimitado de un planeta con recursos finitos. No tienen superpoderes, pero sí mucha tradición y sentido común. Luchan en cada uno de sus actos por un desarrollo sostenible que implica conservar la biodiversidad con la que conviven, que es lo mismo que conservar el planeta; algo imprescindible para el bienestar de las futuras generaciones. ■
Un texto –con fotografías de Antonio Escalante– que forma parte del libro Ecohéroes. Fue publicado por el MINAM en marzo del 2013.