El culto a los apus huamani

La Danza de Tijeras es una manifestación ritual tradicional que se practica en Ayacucho desde el siglo XVI y que tiene su origen en el culto encubierto a los espíritus de los cerros, en los tiempos de la Colonia donde se aceptaba un único dios. Forma parte de la celebración tradicional de las fiestas religiosas de los departamentos de Apurímac, Ayacucho y Huancavelica. Como parte de estas celebraciones se realiza una competencia entre dos conjuntos de cuadrillas, cada uno compuesto por un violinista, un arpista y un danzante. Este último ejecuta múltiples pasos al compás de tonadas acompañándolas siempre con el sonido de las tijeras.

En la región de Ayacucho, los pasos y movimientos de la danza parecen ser el resultado de una teatralización de las actividades agrícolas que se simbolizan con ciertos movimientos de los pies y del cuerpo. Y el baile incluye pasos, saltos, zapateos, movimientos en cuclillas y en punta de pie, que dan paso a figuras acrobáticas que exigen gran destreza.

Los movimientos del danzante se desarrollan progresivamente y con creciente dificultad. Por eso se dice que tienen un pacto con los espíritus tutelares de los cerros o huamanis para que le den fuerza y habilidad. A veces se le relaciona también con el diablo o supay a quien le entregan su vida para mejorar su danza y vencer a sus rivales. Su presencia en las ceremonias agrícolas hace propicia la siembra, la cosecha y la limpieza de los canales de regadío. Y su labor es tan admirada por los pobladores rurales que estos retribuyen su esfuerzo dándoles licor, comida, zapatos, pañuelos, e incluso animales.

La Danza de Tijeras fue declarada como Patrimonio Cultural de la Nación mediante Resolución Directoral Nacional N° 363/INC el 22 de marzo del 2005. Además fue inscrita en la lista Representativa del Patrimonio Cultural Inmaterial de la Humanidad de UNESCO el 16 de noviembre del 2010.


Un texto elaborado por Fábrica de Ideas, con fotografías de Enrique Castro-Mendívil, forma parte del proyecto Paisaje Cultural de la Humanidad Valle del Sondondo, producido por el PRODERN y la Cooperación Belga en colaboración con el Ministerio del Ambiente y el Ministerio de Cultura en 2014.

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Redaccion Apacheta

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