Nuestras historias no se contarían tan bien si no fuera por el registro fotográfico que las acompaña en nuestras publicaciones. No importa qué tan lejos o a cuánta altura se encuentren nuestros destinos, siempre llegamos a estos. Porque la altitud, en los Andes, es un factor fundamental para entender la cosmovisión de sus habitantes y el funcionamiento de sus ecosistemas.
Buscamos algunas respuestas frente al desafío climático en el Cusco a 5.100 metros de altitud. Luz Marina compartió con nosotros su preocupación por el retroceso del Quelcaya, el glaciar tropical más extenso del planeta. “Los campesinos notamos que nuestros apus desaparecen. Es lógico que entre nosotros aumenten los miedos, las culpas y los conflictos relacionados con el agua”, nos dijo. Crónica: “El glaciar que une dos mundos” (2019).
La fotógrafa Karen Zárate ha esperado pacientemente ganar la confianza de dos niñas para retratarlas. El acceso al agua para sus actividades diarias es una novedad para los habitantes de la comunidad de Markju, en el Cusco. Luismila Álvaro lo resumió así: “El agua nos ha cambiado la vida”. Crónica: “Una nueva vida en el obligo del mundo” (2013).
A cinco años del terremoto que afectó gravemente al departamento de Ica en el 2007, llegamos hasta Chocos, un pequeño pueblo ubicado en Cañete. Gracias a la empresa Roche, se construyó ahí una represa, se capacitó a sus pobladores en temas agrícolas y se impulsó la educación de los más pequeños gracias a la donación de libros y un plan lector. Proyecto: “Chocos: un pueblo que se construye a sí mismo” (2012).
No podía haber un mejor escenario que el corazón de la selva amazónica para conocer las acciones climáticas que se están impulsando en la comunidad de Puerto Prado, en Loreto. Ema Tapullima es la primera presidenta de la comunidad nativa e impulsora de la iniciativa ambiental que busca hacer protagonistas a los niños y formarlos como futuros líderes de la comunidad. Crónica: “Ania: la niña detrás de una revolución ambiental” (2016).
Los momentos de descanso sirvieron para ordenar la información y plantear las siguientes entrevistas en la comunidad indígena de Puerto Prado, en Loreto. En ella, un grupo de niños y adolescentes de la etnia kukama kukamiya estaba encargado de conservar y gestionar 12 hectáreas de bosque tropical cedido por sus padres y abuelos. Crónica: “Ania: la niña detrás de una revolución ambiental” (2016).
“No hay una sensación mejor en el mundo que abrazar a una alpaca tan mullidita”, confesó Carolina Martín al terminar la entrevista a Santusa Cutipa a 4.400 metros de altitud. Con la introducción de pastos mejorados los ganaderos de Kilkata (Apurímac) han logrado que sus rebaños sean más resilientes al cambio climático. Crónica: “Alpaqueros de pura fibra” (2013).
El fotógrafo Kiko Castro-Mendívil cambia de lente para captar en toda su dimensión el rebaño de unas mil alpacas que pasta libremente en las pampas altoandinas de Huaccochullo, en Puno. Crónica: “El tiempo de los colores milenarios” (2010).